viernes, 21 de mayo de 2010

Ellos también tienen tiempo libre... ¡El ocio: Una herramienta INTEGRADORA!

El ocio y tiempo libre pretende programar y orientar el tiempo libre en actividades útiles productivas para el sujeto con retardo mental, demostrándose así que el tiempo libre en estos sujetos no puede dejarse al azar, sino que se deben programar actividades diseñadas para su propio interés y capacidad, teniendo en cuenta que el factor negativo en el proceso de socialización de estas personas.

Los autores coinciden en establecer el papel importante de los padres en la organización y orientación adecuada del ocio y el tiempo libre de los niños, en especial de las personas deficientes mentales, los que debido a su discapacidad, encuentran mayores dificultades en lograr los objetivos trazados para ellos; sobre todo los relacionados con el proceso de socialización, imprescindibles para su integración a la sociedad, la que puede alcanzar, a través de la mejora de sus relaciones interpersonales.

Se puede señalar como obligación de los padres, el inducir y guiar a los hijos a la práctica de una serie de actividades como: deportes, juegos y actividades grupales, actividades al aire libre; elegidas según sus necesidades, ayudan a alcanzar fines productivos y utilitarios. Estos y otros argumentos teóricos llegan a determinar el uso del tiempo libre como el factor capital en el proceso de socialización.

RECOMENDACIONES PARA LOS DOCENTES DE EDUCACIÓN ESPECIAL

Realizar programas de actividades que los alumnos puedan seguir y realizar durante su valioso tiempo libre en el hogar, pero cabe resaltar que estas actividades deben de responder a las necesidades, intereses y gustos de cada alumno, desarrollados en un clima de libertad, recreación y sobre todo, regido por el principio de normalización.

RECOMENDACIONES PARA LOS PADRES
  • Tomar conciencia de la importancia de la familia en la orientación y programación del tiempo libre del hijo con retardo mental.
  • Las actividades a proponer deben ser rehabilitatorias.
  • Tener en cuenta los intereses del niño.
  • En caso de que estos no coincidan se debe negociar analizando los pros y los contras de la actividad y decidir juntos.


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